Cuando la noche fría.
a destiempo, vino a despertar
la brisa del idioma,
la palabra, cómplice,
empapándose en llantos
buscó donde guarecerse.
Y de todos los lugares posibles,
escogió mi vientre.
Y erigió su grafía
en una ráfaga serpentina,
feroz, brutal.
Arrepentida, lavé las dudas en agua,
pero su pureza no borró mis ojos rojos,
grandes, estáticos en el espejo.
Inútil acomodar las tazas
si las cucharas tiritan culpas en el mantel,
tenía que escapar,
había restos de estrofas húmedas en el suelo.
Rápido, rápido.
Pronto todos sabrían
que aquella noche llovió poesía…
©Ainhoa Núñez
ERES GRANDE...POR ESO LO ESCRIBO ASI,EN MAYUSCULAS... NO PUEDES DARTE UNA IDEA,DE LO MUCHO QUE HAS EVOLUCIONADO EN POESIA... ES EXCELENTE!
ResponderEliminarEs la vida...
ResponderEliminarUn poema alegórico en el que utilizas con maestría las palabras que hacen emocionante lo expresado, sin dejar de versar y contar en un corto espacio.
Maravilloso
Desgarrador Ainhoa. No conocía esta faceta tuya, me ha gustado mucho descubrirla.
ResponderEliminarUn abrazo.
Precioso poema...mis felicitaciones. Saludos.
ResponderEliminarGenial, no había leído tus poemas, pero este es impactante. Me dejaste muda. Muy bueno. Felicitaciones
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