Los escultores de arena erigen sus obras de diversa temática con la máxima precisión, tan solo usando técnicas de compactado, humectación y moldeado, o sea, simples palas, pinceles, cubos, redes, agua y… no puede faltar, mucha arena y talento. Sus increíbles creaciones permanecen de pie apenas unos días, a veces, tan solo por unas horas por algún efecto climático inesperado. Al parecer, se conforman con la gratificación personal y la atención inmediata de quienes las encuentran a su paso.
La excelente acogida por parte del público de todas las edades y condiciones, les ha permitido a muchos escultores de arena aficionados, convertir lo que había sido un pasatiempo artístico, en una productiva actividad comercial. Los contratan para bodas en la playa, márkenting y publicidad, espectáculos, dan cursillos para particulares o grupos de empresasué va. Mientras algunos son respetados por su talento artístico y dominio del difícil material al que se enfrentan, a los menos afortunados, su afición les sirve, únicamente, para subsistir durante el verano, pasando la gorra a los turistas y foráneos.