Blog con derechos de autor

miércoles, 14 de agosto de 2013

¡Jo!

                                                             
                                                 
Rajoy y Camp sacando la lengua
© Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia



Por aquella época, Félix estaba enfadado con Dios. Como católico siempre cumplió con sus deberes. Si alguna vez fue tentado por la lujuria del alcohol y otras drogas, se deshizo de ella a puro latigazo. Llegó a pasar hambre para que otros no la pasaran. Jamás pensó en otra mujer que no fuese la suya. Nunca se compró el coche soñado porque con los donativos a la Iglesia no le alcanzaba... y cuando fue atropellado por un vecino borracho, gordo y putero que tenía un Touareg, ambos subieron al cielo.

©Ainhoa Núñez Reyes

domingo, 4 de agosto de 2013

Al alba




Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no sé qué estrellas son éstas
que hieren como amenazas
ni sé qué sangra la luna
al filo de su guadaña.

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,
al alba, al alba.

Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene con hambre atrasada.

Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.


Luis Eduardo Aute

jueves, 1 de agosto de 2013

Aunque tú no lo sepas


Aunque tú no lo sepas 
me he inventado tu nombre, 
me drogué con promesas 
y he dormido en los coches. 
Aunque tú no lo entiendas 
nunca escribo el remite en el sobre 
por no dejar mis huellas. 

Aunque tú no lo sepas 
me he acostado a tu espalda 
y mi cama se queja 
fría cuando te marchas. 
He blindado mi puerta 
y al llegar la mañana 
no me di ni cuenta 
de que ya nunca estabas. 

Aunque tú no lo sepas 
nos decíamos tanto, 
con las manos tan llenas, 
cada día más flacos. 
Inventamos mareas, 
tripulábamos barcos 
y encendía con besos 
el mar de tus labios.

    Enrique Urquijo

martes, 30 de julio de 2013

Omar Ortiz : Desnudos de mujer

    
Pinturas de Omar Ortiz, realismo, pinturas de mujeres, arte pictórico

      
Omar Ortiz pinta desnudos de mujer de forma hiperrealista y supedita la figura humana, traza fondos y texturas en un enredo prodigioso de telas y piel. Sobrecoge desde el primer parpadeo. 

Leer el artículo completo y ver una galería de su arte: OMAR ORTIZ : DESNUDOS DE MUJER 



miércoles, 24 de julio de 2013

Sé quien eres

Ilustración digital de la artista gráfica puñués, noche oscura y soledad
 Entropía by Puñués


Sé quien eres. Hace tiempo que nos observamos. Dime tú. ¿Cómo sabemos que sólo por estar aquí, leyendo o escribiendo estas líneas, o al respirar, en el momento que entramos a este blog, o en el primer café de la mañana, no hemos puesto en marcha los acontecimientos que algún día nos llevarán a la muerte? Dentro de 50 años, de 20, de 10, mañana, incluso, hoy. No lo sabemos. Decimos que la hora de la muerte no se puede predecir, y al así decirlo, nos imaginamos que, esa hora, está en un futuro oscuro y distante, a nadie se le ocurre pensar que tenga algo que ver con el día que acaba de empezar, o con la última elección que han tomado y que la muerte pueda atraparnos en este mismo momento. Si en esta misma frase empezáramos a morir, al llegar a la segunda coma, nuestra respiración se aceleraría cada vez más, haciendo inevitable que en la última palabra encontremos la muerte

© Ainhoa Núñez Reyes

martes, 16 de julio de 2013

Jesuitas: los soldados sin espadas


 imagen de san francisco de asís, fundador de los jesuitas

Habéis oído decir: Con la iglesia hemos topado. Por estas cosas lo dicen:  El juramento de ordenación de nuevos miembros decía así: “Prometo y declaro que, cuando se presenté la oportunidad, haré la guerra sin descanso ni cuartel, secreta o abiertamente, contra todos los herejes, protestantes y liberales, tal y como se me ha ordenado hacer, hasta exterminarlos y extirparlos de la faz de la Tierra; y que no los respetaré por su edad, sexo o condición: y que ahorcare, abrasaré, mataré, herviré, desollaré o enterraré vivos a todos los infames herejes; cortando los estómagos y vientres de sus mujeres y estrellando las cabezas de sus infantes contra los muros, a fin de aniquilar para siempre su execrable raza... Jesuitas .

sábado, 6 de julio de 2013

Lo que nunca había entendido

ilustración digital, artista puñués, muerte en un callejón, carne de cañón
Carne de cañón by Puñués


Me estoy muriendo. 

Cierro los ojos. Mi pecho expulsa con dificultad un tímido aliento. Todo se vuelve oscuridad.

Los edificios, testigos mudos, se alzan inmóviles en la negrura de la noche, insensibles a mi sufrimiento. No sé si veo o imagino los rostros de curiosos que se asoman por las ventanas, momentos antes, vacías. 

¿Están? 

¿Me miran? 

¿Estoy?

¿Los miro?

A lo lejos se abre una puerta. Las luces están encendidas y puedo oír la voz de mi madre llamándome para cenar. Deseo estar allí. Levantarme y caminar hacia mi hogar. Sonrío. No pienso en nada. Me siento seguro, feliz de haber vuelto.

No hace ni media hora que salí de casa, y ahora mi cuerpo, tirado en la acera, se enfría rápidamente.

Nunca lo había entendido. Las ausencias, los deseos, las pérdidas, lo fácil, lo difícil, los líos… todos son uno. Nada es bueno o malo. Forman parte de lo mismo. En igual medida, en la misma proporción siempre son positivos. Vivir, vivir es positivo.

Debería haber sido fácil. Te atracan en un callejón, entregas lo que tengas y final de la historia. Sin disparos, sin sangre, sin víctimas. Pero a veces las cosas se complican.

Yo amo. Recuerdo una niñez feliz con mis padres. Echaré de menos a los colegas. No soporto pensar que nunca más veré los ojos de Isabel, ni esa manera suya, tan particular, de recogerse el pelo. El sexo. Echaré de menos el sexo. Las peleas, la mayoría innecesarias. El repetido llanto de ella… qué ironía. La hice llorar en vida y me arrepiento casi muerto.

Cada vez me cuesta más respirar, y no obstante, lo que antes no había tenido ningún significado para mí, ahora lo tiene.

Me río por dentro. ¡Qué estúpido! ¿Ya está? ¿Todo se acaba?

No puede ser. Alojo una pequeña esperanza de que alguien llegue, de que alguien pueda ayudarme, pero las calles abren sus oscuras gargantas, vacías y silenciosas, como… muertas.

Miro al cielo. Apenas hay estrellas que me acompañen. Tengo frío. Pierdo fuerza en las manos. Las manos son mi último cartucho. Se mantienen húmedas y calientes tratando de taponar el agujero que se abre en mi vientre. 

Aquel hombre tenía una pistola y no la vi. Se la sacó mientras yo, asustado, cogía el dinero de la billetera.

Disparó. Caí al suelo. Luego, él recogió los billetes y la cartera… Se marchó dejándome tirado en el suelo. 

¿Por qué había hecho aquello?

No fue necesario. Al fin y al cabo, solo soy un simple ladrón. Intentaba ganarme la vida de la única forma que sabía.

©Ainhoa Núñez Reyes


viernes, 28 de junio de 2013

Daños menores

Seres superiores, hombres contemplativos, monjes
Ellos © Puñués


Los monjes ancianos del monasterio de la Bénisson-Dieu aceptaban con resignación las miserias de la vida, pero los más jóvenes, en cambio: parecían estar sumergidos en una continua frustración. No es difícil de comprender puesto que la mayoría de ellos eran religiosos por imposición. Pertenecían a la baja nobleza, y esa era la manera más barata y sencilla de dar prestancia social a las familias cargadas de hijos, en un mundo donde sólo el mayor, heredaba las riquezas del padre. No era de extrañar, las constantes guerras fratricidas, que ayudadas por los brotes de peste y más aún, la falta de higiene: desarbolaban el panorama social.

Pero eso al padre Arnaud, poco le importaba. De hecho a él, sólo le competía, aviar la despensa con los diezmos de los campesinos y encargarse de la recolección de la cosecha del monasterio. Esa era su labor y prescindía de todo lo demás. Se podría decir que era un fiel ciervo del Señor y que cumplía al detalle cada obligación. Nunca descuidó un oficio por muy vespertino o mañanero que fuese. Nunca faltó al respeto, ni miro con desaire a nadie por muy descabellada que le pareciesen sus ideas y palabras, al contrario, se mostraba sereno y benevolente. Al fin y al cabo, era, por obra y gracia de Dios, el de más edad y juicio. 

Personalmente, no le gustaban los cambios. Solía decir que si Dios así lo había querido, ningún alto hombre, por sabio y pío que fuera, debía decidir lo contrario. Por eso, empezó a estar preocupado por la actitud ignominiosa del nuevo prior. Llegó a creer que tras varia semanas se calmarían los empeños del recién llegado y todo volvería a la normalidad y su dejadez pacifica y acostumbrada. Lejos de ello, se mostraba cruel y ofensivo: pasándose la jornada fustigando obstinado y irracional por todo lo que a él le parecían graves pecados, como la falta de limpieza en los establos y en la recamara común, la cual se negó a compartir encargando al carpintero una propia donde acomodar su jergón. Así fue como se apartó de la costumbre, hasta entonces arraigada, de compartir intimidad, ronquidos y hedores entre los hermanos. 

Pensaba Arnaud que, no conforme con tales aberraciones, obligarlos también a quitar las malas hierbas del piso de la iglesia, a lavar los hábitos y las barricas de vino, a defecar en la letrina, incluso, les exigía aseo mensual: cuando de todos es sabido que el gusto por el baño es poco piadoso y petulante... Era, del todo, corrompido y diabólico. Las abluciones, el cristiano justo las debe evitar ganando por ello en prudencia y en santidad. El agua, además de desagradable, podía ser mortal en las muchas enfermedades que provoca: una buena capa de mugre, protege, quitarla sería perversión insana. Por eso, el prior estaba enfermo. Nada tenía que ver las infusiones matutinas preparadas con reverencia por él, eso, sólo aceleraba los efectos nocivos del agua. En su magnificencia encontró el remedio más justo y sensato: la muerte rápida y compasiva de un hombre, contra la lenta y agónica de todo el monasterio.



© Ainhoa Núñez Reyes


lunes, 17 de junio de 2013

Una única respuesta



 desnuda y sola en la arena

                                      Una única respuesta




“Todas las familias felices son parecidas; todas las familias desdichadas son desdichadas a su modo.” Anna Karenina. Leon Tolstoi.



Era la primera vez, desde que abandoné la facultad, que regresaba a casa, si se puede decir a casa, al lugar donde presencié la caída en picado de todos y cada unos de mis sueños infantiles. Así que no fue el azar quien me recondujo a aquellos paramos de Castilla, sino el deseo de encontrar respuestas a tantas preguntas. Por muchos años, había evitado la confrontación, y, ahora quería tenerla. Era mi catarsis, la purga de los sentimientos que habían perturbado mi equilibrio nervioso desde pequeña, convirtiéndose en enfermedad. Sé que siempre he estado enferma del alma y en ese momento necesitaba ahuyentar a tantos fantasmas que rondaban mis noches.

Hay enfermedades que te matan rápido. Un plisplás y... Nadie se lo espera. Son las mejores. Luego cuando te recuerdan siempre dicen qué tragedia o con lo joven que era. Te convierten en santo o santa aunque fuésemos unos calaveras. Entonces dicen que te has perdido mucho porque te quedaba muchos años y que ha sido, una gran perdida. Morirse joven engrandece. En cambio, morirse de a poco, como antiguamente hacían los tísicos, te denigra. Luego cuando te recuerdan siempre dicen qué a gusto estará ahora o para estar sufriendo, mejor muerto. Esas dos varas de medir que existe en la muerte, también existe en la vida.




Si eres o aparentas ser simpático, cumples o simulas cumplir con las obligaciones y costumbres establecidas, no haces daño a otros o si se lo haces, los demás no se enteran, siempre dices la verdad o haces que tus mentiras sean creíbles, la vida te ira sobre ruedas.

Aún recuerdo al hombre hostil que era mi padre, y digo era, no porque ya no lo sea; sino porque el alzheimer lo borró por completo. Sigo pensando que si ocurriese un milagro o, un medicamento lo devolviese de nuevo a la realidad, seguiría siendo el de antaño: Hay cosas que nunca cambian por más que la vida lo intente.



Ahí estaba yo. Como un suicida acercándose el cañón a la boca. Mis latidos corrían rápido, procurando alcanzar a la sangre que galopaba inquieta detrás del pulmón. Ya no había vuelta a atrás. Un afán enfermizo de saber para seguir viviendo, me guía bajo las ruedas del tren; como la dulce e ingenua, Anna Karerina, sólo piensa en cómo será recordada mañana, cuando está a punto de morir.

Llamo a la puerta. Parece que nadie me oye. Golpeo con más fuerza y la madera retrocede con un quejido. Empujo despacio. Todo está silencioso. Los viejos muebles con las mismas viejas ralladuras. Las alfombras con las manchas conocidas. El tiempo mantuvo las cosas en igual modo que en mi memoria. Mi madre, sin duda, así lo había querido. En sus dos últimas cartas, rememora todo a su capricho. La soledad le hace creer que vivimos felices en aquella casa. Si no quería quedarme siempre con la duda, era el justo momento para preguntarle, por qué había dejado que mi padre abusara de mí. Mi corazón reclamaba un simple: “No me di cuenta”. No podía soportar la idea de que ella lo supiese. Es mi madre. Estuve dentro de ella y por ella volvía a casa. Pero aquí nadie me espera.

Suena la alarma de un reloj en la cocina.
-¿Mamá?

Me acerco y veo una nota sobre la encimera: “Apaga el horno y sube a tu habitación. Tengo preparada una sorpresa para ti”.

¡Vaya! Eso era todo. Ni un beso, ni un bienvenida. Subí los peldaños carcomidos por las pisadas, cansados de subir y bajar sin moverse del sitio. En la habitación sólo había una carta encima de la cama. Abrí el sobre y leí.

“Mi vida no tiene sentido. No encontré lo que buscaba y es por eso que ahora regreso al único lugar donde fui feliz para morir en paz.”

No podía creer que esas líneas estuviesen firmadas con mi nombre, y tampoco podía creer que mi madre me apuntase con una pistola desde el umbral.

-¿Por qué me dejaste sola con él? No lo harás nunca más. Viviremos juntas para siempre- y disparó.





© Ainhoa Núñez Reyes



miércoles, 12 de junio de 2013

El mal gusto es atemporal, intemporal y muy a destiempo


La idea que tengo a cerca del mal  gusto la reflejé hace algunos años en un microcuento que se llama:
Lógica reflexiva


Observando a mi vecina, que siempre está metiendo la nariz en los asuntos de otros: comprendí que el olfato carece de sentido del gusto.


(24 palabras)


Sigo pensando igual. Claro que, todas las narices no huelen de la misma forma. La importancia de la nariz es mucha. Aunque no lo crean. Conocí un caso de un individuo desmemoriado que llevaba toda la vida perdiéndose cosas porque las olvidaba. Se olvidó de crecer, de amar, de reproducirse… y seguiría perdiéndoselas sino se hubiese olvidado también de respirar. ¡Ah, amigo! ¡Hasta aquí podíamos llegar! Es vital saber hasta dónde se puede llegar. Pero, ¿qué parte, glándula u órgano nos marca el límite? ¡El cerebro!, habrá gritado un listillo (,a para no discriminar, aunque nosotras sabemos que...). Bueno, bueno. Pues, no. El cerebro está muy de moda. Dicen que hace de todo (lo mismo dijeron del microondas). Yo creo que tanta fama se le ha subido a la cabeza. Cerebro/cabeza, cerebro/cabeza, cerebro/cabeza... de tanto oírlo no se pueden separar. ¡Total!, ¿para qué? A fin de cuentas, el cerebro solo sirve para pensar. Ahora, otra vez el listillo(,a...) que salta con lo de la boina. Eso lo hace la cabeza. ¡No mezclemos, no mezclemos, porque empezamos a mezclar las cosas y no sabemos dónde nos llevarán!  El cerebro, el cerebro...¿Alguien le ha encontrado alguna utilidad más? ¡No tiene sentido!

Refutado lo del cerebro, la siguiente opción sería el corazón. Me encanta el corazón. Con sus curvas voluptuosas y siempre en mi parte favorita, a la izquierda, tan rojo, roja, como yo. Pero después de pensar, con el cerebro, llegué a la conclusión de que el corazón no sirve más que para amar y para que te lo partan. Solamente. De ninguna forma puede ser el órgano que buscamos para limitar. ¡No tiene sentido!

Solo sirve para amar y para que te lo partan...¿Y para dejar de amar? -de nuevo el listillo (,a...) que me empieza a hartar-. Miré, usted, señor (,a...), el proceso para dejar de amar se realiza en dos partes: en la primera SE AMA, hasta aquí llega el corazón, y en la segunda parte del proceso SE PIENSA que el individuo, o razón de nuestro amor,  PENSAMOS que no nos merece, o PENSAMOS que merecemos algo mejor, o PENSAMOS  que no nos quiere porque siempre llega tarde y/o borracho y/o sin ningún detalle de amor, o porque vete tú a saber lo que PENSAMOS... y entonces dejamos de amar ¿Alguien ve la relación entre cerebro y pensar? El corazón no es capaz de dejar de amar por sí solo, ¿quién soy yo para atribuírselo? Además, ¡qué no quiero! A ver   sí se nos sube a la cabeza y tenemos un conflicto órganoterritorial. La palabra cabezón por fin tendría lógica.

Ahora, adelantándome al listillo (,a...) que algo sacará para revocarme la autenticidad de mi argumento con la segunda eficacia del corazón: para que te lo partan. "Si sirven para que te lo partan, también servirá para partir."
Si sirven para que te lo partan, también servirá para partir... ñi, ñi, ñi, ñi. ¡Jo!  Que te lo partan es una acción extrínseca. Nadie se parte el corazón, se lo parten. ¿Como se le parte el corazón a alguien? Pues, PENSANDOPENSANDO, hay muchas maneras, pero todas las tengo que PENSAR... ¿He dicho PENSAR? Si no atan cabos yo lo dejo, por favor!... PENSEMOS que los atan, entonces sabrán que el corazón, por sí mismo, no parte nada. Y ahora, sí. Hemos llegado a donde esperaba. Al principio, a la nariz. Lugar en donde estaríamos de no haberse metido nadie. No doy nombres. 

Con la lógica reflexiva del micro, llegamos a la conclusión de que la nariz carece de sentido del gusto, a secas. Nadie dijo nada del mal gusto.  El sentido de toda esta disertación es que yo afirmo que el mal gusto es atemporal, intemporal y muy a destiempo, y además, huele. Exacto. La nariz huele. Por eso  he sabido todo el tiempo que la parte, glándula u órgano que buscábamos era el olfato. Además, ¡es el único que tiene sentido!

Que la nariz huele nadie me lo va discutir, pero mi afirmación de que mal gusto huele, seguramente sí. ¡Hombre, qué si! Esto, en vez de una entrada de blog, parece una manifestación de listillos (,as...). Como todos los argumentos se tienen que demostrar, pasemos de la teoría a la práctica. De  aquí http://listas.20minutos.es/lista/reliquias-asombrosas-de-personajes-famosos-300031/  saqué las fotos y argumentos prácticos de esta teoría. No creo que después de ver estas imágenes (algunos las llaman reliquias), duden que huela.


EL CEREBRO DE EINSTEIN

EL CEREBRO DE EINSTEIN
Se encuentra en University Medical Center, Princeton, New Jersey. Lo extrajo sin permiso el Dr. Thomas Harvey. ¡Qué mono el doctor!  Total, para saber lo que nosotros sabemos sin desmembrar: el cerebro vivo sirve para pensar y muerto para dar qué pensar.

DEDO DE GALILEO

DEDO DE GALILEO
Se encuentra en el Museo di Storia della Scienza, Florencia. En realidad son dos dedos,  un pulgar y un corazón de mano y fueron amputados de los restos mortales... ¡menos mal! Pues, esto es otro descubrimiento matématico, dedo  =  cerebro. Muertos sirven para dar qué pensar. 

HUESOS DE LOS OÍDOS DE BEETHOVEN




HUESOS DE LOS OÍDOS DE BEETHOVEN
Viva la ironía. Se los quitaron en la autopsia pero con el tiempo se perdieron. Continúan perdidos, pero dos fragmentos del cráneo reaparecieron en 2005 en Danville, California. Las pruebas de ADN demostraeon su autenticidad y ahora están en la Universidad Estatal de San José.

EL CORAZÓN DE CHOPIN





EL 
CORAZÓN DE CHOPIN  Not comment.


EL PENE DE RASPUTÍN





EL PENE DE RASPUTÍN
Russian Museum of Erotica, St. Petersburgo
Raputín era un gran ... ¡Ruso!, por ejemplo.
¿Todavía no huelen?

EL HÍGADO DE LOS SIAMESES CHUNG




EL HÍGADO DE LOS SIAMESES CHUNG
¿Huele o no huele? Ese afán de mostrar y exponer partes del cuerpo es un poco enfermizo ¿o no? Lo consideran obras o reliquias... yo, para el televisor, prefiero el toro y la gitanilla de toda la vida.




muñecas gitanillastoro de osborne, toro de soborne

Podría haber puesto:

La cabeza de Tomás Moro
El corazón de Juana de Arco
Un tumor en el maxilar superior izquierdo de Grover Cleveland
Fragmentos del cráneo de Abraham Lincoln
La pierna derecha de Sarah Bernhardt
La mano de San Andrés...

Creo que si habéis llegado hasta aquí, estaréis de acuerdo conmigo y si no, al menos le habré echado narices.



lunes, 10 de junio de 2013

Premio Iniciativa de incentivación a la lectura

Premio Iniciativa de incentivación a la lectura

Este premio me lo ha concedido Julia del blog De Cádiz a Barcelona.  Muchísimas gracias, sin duda, no me lo merezco por muchas cosas, pero sobre todo, por el tiempo que he tardado en recogerlo. Culpa mía. Recibirlo es todo un honor, más aun teniendo en cuenta que el premio forma parte de una iniciativa para incentivar la lectura. Los blogueros y las blogueras estamos para eso.

Estas serían las 4 reglas obligatorias que hay que seguir:

Indicar los 10 Blogs que han de recibir el Sello.
Avisar a los blogs que han de recibirlo.
Colocar la imagen en el blog para apoyar la campaña.
Responder a la siguiente pregunta: ¿Qué libro aconsejamos para una persona que empieza a leer?

Mis 10 blogs son los siguientes:

El rincón de la luna
http://elrincondelaluna-lunaroja.blogspot.com.es/
Al final me decanté por estos 10, pero me quedo con las ganas de nominar, mínimo, a 10 más, es que siempre he sabido rodearme de gente interesante.

Contesto la pregunta:

Para empezar, aunque se sea adulto, no pueden perderse a El principito.

El principito de Antoine de Saint-Exupéry
Luego  El Caballero de la Armadura Oxidada  de Robert Fisher , no estaría mal.
Este es uno de mis imperdibles: Juan salvador gaviota de Richard Bach




La cuestión es leer. Todos valen. Yo empecé pronto y leía lo que había en casa, las novelas de mi padre, esas del oeste y que eran de Marcial Lafuente Estefanía, y las fotonovelas de mi tía Carmen. Iba del beso a la bala como si nada. Luego la que amplió mi fuente de lecturas fue mi madre, a la que nunca le gustó leer,  ella es más de costura, pero compró un mueble bar, no sé por qué bar, de hecho, el bar era lo mínimo, en cambio tenía unas estanterías muy grandes. Las rellenó con libros comprados por metro. No sé cuántos metros compró, entre ellos estaba: Papillón de Henri Charrière, La mujer de otro de Torcuato Lucas de Tena, Memorias encontradas en una bañera de Stanisław Lem, Guatemala city (en francés y La  Saga de los Aznar de Pascual Enguídanos entre otros.  No son lecturas muy recomendadas para una niña, pero era lo que había. Ahora hay muchos escritores infantiles.  Lo hice al revés, ahora leo literatura infantil y juvenil porque tengo hijos, si pueden lean la colección de libros de Geronimo Stilton de Elisabetta Dami  o Junie B, Jones de Barbara Park o Kika superbruja de Ludger Jochmann, Harry Potter, la Saga Crepúsculo se leen fácil y son de calidad.  Más adelante, estaría bien: Crimen y castigo, Cien años de soledad, La familia de Pascual Duarte, Lolita, Por el camino de Swann, Anna Karénina, La estepa... Hay tantos.
Bueno, doy por concluida mi recomendación y pasó el testigo a los siguientes. 
Felicidades a todos.

sábado, 8 de junio de 2013

Botón de subir

código html de un botón de subir, chapa de botella



No sé si os ha pasado, a mí mucho. A veces mis entradas son tan largas que volver arriba cansa (a la ruleta del ratón, pero bueno, la cuestión es quejarse de algo). Estuve mirando cómo poner un botón para subir y aprendí. De eso no me voy a quejar. Me quejo de que después de lo aprendido, no encontraba botones de mi agrado. ¿De eso tiene la culpa alguien? No ¿Entonces, por qué me quejo?... Si me pongo a investigar, seguro que dentro de unos meses de terapia introspectiva, descubro  regresando emocionalmente a un lugar del pasado (de cuyo nombre no quiero ni acordarme, razón por la cual, mi mente lo ha olvidado, EVIDENTEMENTE), donde sucedieron los traumas que me han originado los síntomas actuales, por los que me quejo por no encontrar ningún botón de mi agrado. Entonces, sabré por qué me quejo, pero no importará, ni me servirá para NADA en la vida, porque un segundo, después tendré la mente ocupada olvidándolo de nuevo, cuando yo, meses atrás, lo que viene a ser hoy, únicamente quería regalaros un botón de mierda para subir. Este sí, de mi agrado. Diseñado y listo para subir, por mi mendalerenda.

Y si en algún momento habéis pensado: ¡Jo! cómo se curra la Ainhoa el papel de loca para compartir unas líneas de código!...  ¡Olvidaos! Ser, en sí, no tiene mérito.




Código:
<a style="display:scroll;position:fixed;bottom:3px;right:3px;" href="#" title="Subir"><img src="http://2.bp.blogspot.com/K33ZZmT6NT0/UbOMj0pCLlI/AAAAAAAAAcw/6vAa5ADRqqc/s1600/boton-subir.png"/></a>

Es el que tengo puesto. 
Normalmente, si tenemos un blog sabemos insertarlo. Para los que no lo sepan, desde la entrada de vuestro blog vais a: Diseño/ Diseño/ Añadir un gadget/HTML/Javascript y pegar el código en contenido.


A quien se queje porque mi botón no sea de su agrado y no quieran saber por qué, les deseo suerte para encontrar el que realmente los satisfaga. Y a quien quiera saberlo y se ponga a ello... ánimo, en un par de meses pongo el de bajar.




jueves, 6 de junio de 2013

Escurrepenas y espantos

escurrepenas, Goya, saturno devorando a un hijo. poema
Francisco de Goya: Saturno devorando a un hijo

Escurrepenas y espantos


Como astilla aferrada
a mi pecho, devora
amor a mordiscos, la rutina
bajo la luz imperturbable
de la medialuna de plata insomne.
Tibieza carnal que se consume,
soluto y sal a la deriva,
escurrepenas y espanto.
El caminante nácar llanto
trae polvo en sus pies descalzos, y
entre este último verso aquejado,
otro sacrificio de sangre
roído, cabizbajo, y
abocado a la muerte.



                   ©Ainhoa Núñez Reyes

domingo, 2 de junio de 2013

Sicario

ilustración de la bella durmiente, mujer dormida
Bella durmiente © Puñués


Lo único que necesitaba era una dosis de realidad. Acerqué el cañón a su sien y disparé pero no pude alcanzarla. ¡Malditos soñadores! No conocen fronteras.

©Ainhoa Núñez Reyes

viernes, 24 de mayo de 2013

¿Existe el alma? Y si existe, ¿cuánto pesa el alma?


maquina de pesar el alma

Esta tarde he leído un artículo, a simple vista, curioso: pero creo que hay un trasfondo que va mucho más allá. El artículo se titula: “La máquina para pesar el alma que se convirtió en detector de mentiras”. Abajo dejaré los enlaces para quien quiera echarles un ojo.




Suerte que este blog de “arte” sea mío y pueda estirar el contexto como quiera. 



¿Qué sería el arte sin el alma? (Ja, ja) Simplemente no sería. Aunque en el tema de las musas y la inspiración, crea en ellas y, sin embargo, esté de acuerdo con Picasso y cuándo lleguen prefiero que me pillen trabajando, en el tema del alma soy menos ecléctica. Esa cerrazón mía me obliga a creer que sin alma no hay trabajo por más que uno trabaje y por más que las musas quieran.



En el artículo se dice que el alma pesa 21 gramos -en este momento, todos nos acordamos de la película y nos escalofriamos de los ojos trágicos de Benicio Del Toro-; la teoría es muy simple: si el alma existe, por lógica, debe tener una masa y si la tiene, se podrá pesar en una balanza. Ya sé que suena muy ingenuo. Pero demos un poco de cuartelillo al doctor Angelo Mosso, que en el siglo XIX ideó una “máquina para pesar el alma”, o eso creía él. 



Si echamos la vista atrás, veremos que en la historia del Mundo hubo y hay, para bien o para mal, muchos italianos “locos” que dejan y dejaron una fuerte impronta, véase: el mismísimo Leonardo, Bocaccio, Marco Polo, Giacomo Casanova, Al Capone, Lucky Luciano, Aldo Moro, Rocky Marciano, Mussolini … Silvio Berlusconi, etc. Pues bien, creo que el tiempo hará un sitio entre ellos a Angelo Mosso. Intentando descubrir la relación entre la función cerebral y el flujo sanguíneo, creó tan singular artefacto. 



En esencia, era una gran balanza con dos pivotes: uno a la altura de los pies y el otro, a la altura de la cabeza. La balanza se ajustaba de modo que las dos partes quedaban perfectamente equilibradas; si la actividad mental causaba un aumento del flujo sanguíneo cerebral, se reflejaría en el peso de la cabeza en relación con el resto del cuerpo, y la balanza se inclinaría para ese lado.




La teoría del Dr. afirmaba que el flujo sanguíneo en el cerebro variaba según la actividad realizada (si se leía el periódico, el cerebro conseguía más peso que si no se leía nada, y si era un libro de filosofía, el desequilibrio era mayor… Admito que aquí, casi llamo a Houston, avisando del problema). 



Llegados a este punto, si aun confiamos en el buen Dr., tendremos que aceptar que de la misma manera que se mide un cuerpo con actividad cerebral, se podría medir también sin ella (en absoluto me refiero, o sea, muerto). Ese sería el peso del alma, 21 gramos



Para corregir los resultados no válidos por cosas tales como: el movimiento de la cabeza, la respiración y el pulso, Mosso incluyó en su máquina una serie de esfigmógrafos (el primer dispositivo “no intrusivo”) para registrar el flujo de sangre en la mano, el pie y los movimientos del tórax. El artilugio estaba conectado a una pluma que hacía un seguimiento gráfico de los datos en una hoja de papel que avanzaba pegada al tambor de un cilindro… ¡TACHÁN! 

cerebro

Por azar, como todos los grandes descubrimientos, como Colón que se fue sin saber adónde iba y volvió sin saber dónde había estado; como el fuego, que no sé sabe pero todos imaginamos cómo; como la rueda redonda, porque estoy convencida de que la inventamos cuadrada y por el lógico desgaste, descubrimos el verdadero descubrimiento; de igual forma, Mosso había creado el detector de mentiras o polígrafo, un sistema que llegaría a ser admitido por los tribunales como prueba válida, convirtiendo a este fisiólogo italiano en uno de los padres de la Criminología. 

angelo mosso3
El tiempo ha validado gran parte de su descubrimiento. Ya sabemos que el cerebro se mueve por impulsos y estímulos, lo que no me convence es lo del peso. 21 gramos es nada. Podía ser un pico erróneo de aire, o de fuerza por falta de latido, o tantas cosas… Entre ellas está la posibilidad de que realmente pese eso. Pero tal posibilidad solo abre nuevos interrogantes: ¿todas las almas pesan lo mismo?, ¿es posible eso?... 

Yo creo en el alma pero pesar el alma me parece tan descabellado como medir el amor, la culpa o el rencor. Ahora introducir el lema del blog (arriba a la derecha), me viene de perlas: 

Las cosas más importantes de nuestras vidas son cosas invisibles: el amor, la amistad, la alegría, la paz, etc. Estas cosas no están sujetas al cálculo humano, no se pueden comprar con dinero, no pueden ser capturadas por la fuerza o la astucia, y no se pueden someter a voluntad alguna. 





Artículo: La “máquina para pesar el alma” que se convirtió en detector de mentiras.
Fuentes y fotos:
Weighing brain activity with the balance: Angelo Mosso’s original manuscripts come to light (PublMed),
A Machine to Weigh the Soul (Discover)
Brief History of the Polygraph.


miércoles, 22 de mayo de 2013

Vito Campanella

pinturas del pintor surrealista Vito Campanella
   Daños menores


   
Artículo y galería completa: Vito Campanella: surrealismo



La isla de Ellis



La isla Ellis es un pequeño islote situado en el puerto de Nueva York, en la zona superior de la bahía próxima a Nueva Jersey. Hice un breve artículo en artigoo sobre la importancia que tuvo durante el periodo inmigración masiva de los siglos XIX y XX. Leer más aquí: La isla de Ellis.



fotografías antiguas de la Isla de Ellis

fotografías antiguas de la Isla de Ellis

El puerto de la Isla de Ellis

Cambiando moneda, fotografías antiguas de la Isla de Ellis

Examen médico, fotografías antiguas de la Isla de Ellis

Comedor, fotografías antiguas de la Isla de Ellis

En el comedor, fotografías antiguas de la Isla de Ellis

Grupo de recién llegados, fotografías antiguas de la Isla de Ellis

Inmigrantes turcos, fotografías antiguas de la Isla de Ellis

Hall principal de la isla de Ellis

La sala principal del mayor edificio del complejo de la Isla de Ellis en pleno funcionamiento (la imagen está tomada entre 1907 y 1912) y llena de emigrantes.

Hall principal de Ellis Island, fotografías antiguas de la Isla de Ellis

El hall principal en la actualidad
El Hall principal en la actualidad de la isla de ellis
Fuente: New York Public Library.
FOTOGRAFÍAS: Colección de William Williams, Comisario General de Inmigración, hechas por Sherman. NYPL Digital Gallery.



jueves, 16 de mayo de 2013

Hasta que la muerte os separe

ilustración gráfica, matrimonio
Ilustración: Hasta que la muerte os separe,  ©Puñués.

Andrea se despierta durante la noche. Mira a su costado y descubre que su marido no está. Es extraño. Rodolfo siempre duerme como un lirón. Es más, cada mañana tiene que ser ella quien lo levante de la cama para ir al trabajo. Asustada se pone la bata y baja las escaleras. ¿Dónde estará? No tiene que buscar mucho. Lo encuentra sentado a la mesa de la cocina con una taza de té caliente delante de él. Rodolfo parece estar sumido en una honda abstracción: despeinado y tembloroso, mira fijamente la pared. Ella observa cómo se limpia una lágrima que se escurre de sus ojos, mientras toma un sorbo de té. "¿Qué te pasa, cariño? -susurra entrando en la habitación-, ¿por qué estás aquí a estas horas de la noche?”
 El marido levanta la vista del té: "Solo estoy recordando…  Nos conocimos hace ya…  20 años y… empezamos a salir. Tú tenías 16,  ¿lo recuerdas?”  Andrea se ​​seca las lágrimas porque ahora es ella la que comienza a llorar.  Su marido es tan cariñoso, tan sensible… “Sí, lo recuerdo” -responde. El hombre hace una pausa. Las palabras no le salían con facilidad. "¿Recuerdas cuando tu padre nos pilló en el asiento trasero de mi coche?”  "Sí, lo recuerdo- dijo Andrea dejándose caer en una silla a su lado”. "¿Y te acuerdas cuándo me apuntó la escopeta a la cara y gritó:" O te casas con mi hija o te envío a la cárcel 20 años” "Lo recuerdo también- respondió ella con un hilo de voz".  Rodolfo se incorpora y se limpia otra lágrima de la mejilla: “Si hubiera elegido la segunda opción, habría salido  hoy”.

©Ainhoa Núñez Reyes



domingo, 12 de mayo de 2013

Mito-lógicas

Imagen:  Óleo Mito-lógicas, by Puñués.


Un padre y una madre centauros contemplan a su hijo, que juguetea en una playa mediterránea. El padre se vuelve hacia la madre y le pregunta: ¿deberíamos decirle que solamente es un mito?





Microcuento: Kostas Axelos

jueves, 9 de mayo de 2013

Efectos pasionales al paso de un cometa

      Ilustración: Bella durmiente: Puñués


Fragmento del poema:
Efectos pasionales al paso de un cometa,
de Tina Suárez Rojas




porque hay un tequiero a expensas
                                       de mi boca
mordiéndose la lengua
sin más alternativa
que                       la abandonada
ausencia de tu gesto
me llevo al sexo las manos
insomnes
            y terribles
                          y vacias
                mientras se corre
la voz de mis pasiones
afuera quedadamente
en el aire humedecido
y el ángel que me guarda
se escurre atormentado
las alitas
como clara de huevo...

martes, 7 de mayo de 2013

Artículos en artigoo

A partir de ahora, iré poniendo algún enlace a los artículos que haga para artigoo. ¡Ojo!, quienes vayan, que no esperen calidad literaria, porque encontrarán calidad SEO, que tampoco está mal, pero hay que repetir muchas veces las tags (palabras claves) y a veces suena raro. Las frases tienen que ser simples y las palabras, sencillas. Quien me conozca sabrá que esto es todo un reto para mí: tiendo a aquijotarme y, a ratos, no me entiendo ni yo. Espero que este experimento me ayuda a mejorar el registro, que de tan denso, se atascó.
Otra cosa. Por si os interesa. En artigoo puedes escribir y, en teoría, ganar dinero, porque comparte los beneficio de cada clic en la publicidad. Y digo en teoría, porque no lo veo rentable, vamos, que no gano un chavo. Pero en el foro dicen, algunos, que ganan. Si queréis probar... pues bien. 

Aquí os dejo los dos últimos:
Arte: retrato de una mujer


sábado, 4 de mayo de 2013

Mandalas

Según la RAE, mándala o mandala es un dibujo complejo, generalmente circular, que representa las fuerzas que regulan el universo y que sirve como apoyo de la meditación. En realidad es mucho más que eso, pero no voy a entrar en detalles. Solo quiero enseñaros unos que hice. Espero que os gusten. Os recomiendo este artículo.

Mandalas



MandalasMandalas
Mandalas
Mandalas



lunes, 4 de marzo de 2013

Cienmanos

Hoy os traigo el primer capítulo y el enlace para los siguientes de una micronovela ilustrada colectiva. Personalmente me parece un proyecto muy atractivo e interesante. En un mundo en el cual la gran mayoría va a su aire, a su puta bola y al mero interés propio, resulta sorprendente ver que algunos aúnen talentos y tiempo para hacernos recordar que el hombre es algo más que la suma de sus partes.


Capítulo 1: Rompiendo barreras

                                                                                      Artista gráfico: Petra Steinmeyer




Paula caminaba tambaleándose por esas callejuelas oscuras que tantas veces había evitado cruzar. Las piernas le flaqueaban, incumplían las órdenes de su mente de seguir adelante, de huir de allí para siempre. Se sentía perseguida por las huellas que sus propios pies manchados de sangre iban dejando en la acera, y a la vez paralizada por lo que acababa de suceder. Atrás dejaba una ristra de sinsabores, de recuerdos teñidos de impotencia, de muertes ajenas vividas como propias. Atrás dejaba la inocencia.
La joven aceleró el paso. Debía darse prisa, vendrían tras ella en cuanto encontrasen el cuerpo sin vida de Bruno. Giró en el primer callejón buscando una salida.
Siempre le habían gustado las contradicciones. Había aprendido a sobrevivir confiando en que los caminos que parecían cerrados eran los que albergaban más posibilidades. Sigilosamente fue tanteando todas las puertas hasta que halló una que no ofreció resistencia. Empujó suavemente y entró.

***

Víctor Tim revisaba por enésima vez los cálculos garabateados sobre las altas paredes que hacían de pizarra. En la robusta mesa de madera se encontraba el material de laboratorio. Embudos, probetas y matraces alojaban en su interior las más extravagantes mezclas de fluidos, capaces de estallar al mínimo movimiento o de causar la pérdida del olfato a aquel que se atreviese a acercar la nariz a ellos.
Nada era capaz de perturbar la concentración del esmerado profesor —un adelantado a su época para algunos o un loco en la opinión de otros—, salvo la inminente cercanía de una dama.
Víctor se giró al oír el chasquido de la puerta, pero no vio a nadie entrar. Sin embargo, algo llamó su atención: unas huellas rojas se movían por el suelo en dirección a sus experimentos.
Paula avanzó despacio por la vieja casa. Un potente olor hacía que le picara la nariz y lagrimearan los ojos. Por un momento pensó en salir corriendo de allí, pero le ganó la curiosidad y continuó.
Los vahos parecían provenir de la enorme mesa vacía de aspecto señorial, único mueble de la estancia. Al acercarse, tropezó inesperadamente con algo que no lograba percibir, y al intentar asirse a la mesa para no caerse, esta se movió, originando el gran caos que cambiaría la historia.
Tras volcarse los ensayos del profesor, sobrevino una espectacular explosión que agrietó la frágil barrera de tiempo que separaba ambos mundos.


Texto de Sara Lew
<a href="http://artigoo.com/homo-erectus-invencion-fuego">Homo erectus: La invención del fuego</a>

Pinchar  para ir a la novela completa.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Aunque me veas dudar



  






Aunque me veas dudar,
no me creas descreído,
que sólo hay tiempos en que cuesta un poco más
encontrarse en algún sitio.

Aunque me veas dudar,
no me sobra ni una nube;
que tú ya sabes de mi empeño en brillar
aunque haya días que no alumbre.

Y aunque me dé por escribir canciones tristes,
aunque me dé por echar de menos,
si recordar alguna vez es destruirse
a veces sirve para avanzar, para avanzar.

Aunque me veas llorar
¿sabes?, nada me acobarda,
que algunas veces tiendo a dramatizar
y la nostalgia es mi escapada

Y aunque me dé por escuchar canciones tristes,
aunque me dé por verlo un tanto negro,
nunca me olvido de cargar el combustible
allí dónde aprendí a volar.

Y aunque me dé por recoger mis imposibles,
aunque me dé por guardar los sueños,
nunca me olvido de poner un imperdible
allí donde aprendí a esperar.


Álvaro Fraile

martes, 15 de enero de 2013

El drama del desencantado

     Artista gráfico: Ainhoa Núñez Reyes



 El drama del desencantado


...el drama del desencantado que se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.

                                                                                                                             Gabriel García Márquez


Popular Posts